Reflexiones maldosas, pero netas de la vida. Capítulo Primero: el "once" de septiembre.

Aquellos polvos trajeron aquellos lodos, reza un viejísimo adagio.

Hoy en día, dicha frase resulta tan veraz como entonces, particularmente si nos ponemos a recapitular episodios históricos (¿o será histéricos?) de la vida moderna.

En aras de fungir como pequeño recordatorio de lo que muchas veces olvidamos (nuestra historia), particularmente en América Latina y más aún en México, su servidor se dispone a compartir con ustedes un poco de lo poco y mucho que descubre leyendo y escuchando aquí, allá y acullá... Viene de ahí, puesn'.

Resulta por demás escandaloso y hasta vergonzoso y ridículo que actualmente muchos de nuestros jóvenes olviden la historia de esta América Latina, nuestra América. Sobre todo por el hecho de que, los latinoamericanos DEBERÍAMOS conmemorar un 11 de septiembre más trágico aún que "el de las Torres Gemelas", el oscuro episodio en la historia yankee acaecido en el año 2001; fraguado, sin lugar a dudas, por los mismos amos y señores de la guerra, el negocio más lucrativo de nuestros "buenos vecinos". Casi todos los que lo recordamos, que lo vimos o vivimos recordamos bien lo que estábamos haciendo ese día...

Sin embargo, esto es Latinoamérica y como dije líneas atrás, el 11 de septiembre, el verdadero 11 de septiembre trágico que conmemoramos (o debiéramos conmemorar) es el de 1973, año en que se dio el golpe militar al gobierno de izquierda democráticamente electo en nuestro país hermano, Chile, contra Salvador Allende, traicionado por el inmundo y tristemente célebre Gral. Pinochet, a quien los gringos, en su ya acostumbrado modus operandi le llegaron al precio. Las matanzas, las violaciones, los secuestros y encarcelamientos políticos que siguieron fueron en su mayoría patrocinados por el "honorable" Departamento de Estado de los Estados Unidos, así como por parte de la CIA, quien financió los paros laborales previos con la intención de desestabilizar al gobierno de Allende.

Henry Kissinger, por aquel entonces consejero del ex presidente estadounidense Richard Nixon dijo a este último en cínico tono, "Sr. Presidente, otro país de nuestra América se pasa al bloque comunista, ¿y nosotros nos quedaremos cruzados de brazos? ¿Acaso quiere otra Cuba?" El resto de lo que pasó, es historia... Dato curioso: Kissinger también fue consejero de George W. Bush (¡junior!) tras los ataques del 11 de septiembre de 28 años después, ¿karma, acaso?

¡Terrible combinación de enemigos contra la que los latinoamericanos debemos luchar! La abrumadora corrupción de este lado y el oportunismo de la perfidia anglosajona, allende el Bravo. Y otra vez la burra al trigo...

Hoy en día, Chile tiene una presidenta de izquierda moderada en un país con nuevos bríos, con mejor educación, pues lidera en Latinoamérica en el rubro educativo, muy diferente de nuestro panorama francamente desolador.

¿Acaso no tenemos más en común con estos hermanos latinomericanos en historia, raza y cultura? ¿O acaso en el país andino no han padecido crisis políticas, sociales y económicas similares o peores a las nuestras? ¿Por qué, entonces, no hemos aprendido la lección? ¡Qué diferencia con la "izquierda" mexicana! Y ni qué decir de nuestras actuales autoridades políticas y educativas.

Como adulto y como ciudadano activo en nuestra sociedad mexicana, me resulta triste el hecho de que le pregunta uno a la mayoría de los jóvenes y lo que es peor, a los no tan jóvenes sobre el 11 de septiembre, y difícilmente sale de sus mentes el fatídico y ya sobre saturado mentalmente "nine-eleven", en lugar de que recordaran el del 73, el verdaderamente trágico. Pero, ¿qué puedo decir? Si con trabajos recuerdan o saben que es lo que pasó en Tlatelolco (1968), el jueves de Corpus (1971) o más recientemente con los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, ¡esa es la historia que debiéramos recordar, las tragedias que debemos tener en mente, no por torturar nuestra mente con recuerdos tristes, sino tenerlos en mente para que no se repitan! Pueblo que olvida su pasado, pueblo que se condena a repetir los errores.

Ojalá que tomemos consciencia, sobre todo entre la gente joven para que estas tragedias no se repitan, para construir una sociedad más justa, más incluyente y sobre todo, más educada, pues es con base en la educación que se prepara un mejor mañana para las generaciones venideras.

Tonatiuh


Comentarios

  1. Wow, amigo, que bueno conocer este tipo de opiniones en este fatídico mundo de opiniones mundanas. Un gusto leerte. :) Gracias por compartir.

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    1. ¡Gracias,amiga! Es bueno ver que todavía hay personas de juicio crítico que se interesan en estos temas, tan necesarios de dar a conocer entre los chavos, en nuestra labor docente. ¡Un abrazo! ;)

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