1000 libros que leer antes de morir. Capítulo III: Manifiesto del Partido Comunista.

Por extraño que parezca, a mis treinta y feria años de vida, jamás había (hasta recientemente) leído el Manifiesto del Partido Comunista, de Karl Marx y Frederick Engels.

De inicio, me sorprendió la brevedad del mismo, así como su simpleza y, sobre todo, la vigencia con que las propuestas de estos dos grandes hombres, limitados como ellos bien lo mencionan en su ensayo sociológico e histórico, por el tiempo en que vivían.

Los tiempos cambian, de ello no hay duda. Pero como reza un viejo adagio: Plus ça change, plus ça c’est la même chose.

Mientras más cambian las cosas, más siguen igual...

Y, parafraseando a Marx y a Engels al ubicarnos en nuestro contexto particular y actual, algo que ha olvidado la "izquierda" mexicana, que de hecho menciona este Manifiesto es que:

"...la clase obrera no puede limitarse simplemente a tomar posesión de la máquina del Estado tal y como está y servirse de ella para sus propios fines..." 

 ¿Nos suena familiar? No tenemos que viajar a países en los que el experimento comunista ha sido pervertido y violado hasta ser irreconocible (ejemplos: Cuba, Corea del Norte), pues basta con ver los innumerables y poco gratos ejemplos de lo que quienes dicen adherirse a las corrientes de izquierda en México han hecho en el país; no se necesita ser político (cosa que no soy) para darse cuenta de ello y quien lo niegue, definitivamente debe quitarse la venda de los ojos.

¿Otro caso similar? El de la Comuna de París, el primer experimento socialista de la Historia, llevado a cabo en la Ciudad Luz durante la primavera de 1871. ¿La razón de su fracaso? Su falta de cohesión.

Ahora bien, ¿acaso ello quiere decir que el comunismo no sirve como propuesta, ya que fracasó con los soviéticos? ¿O que el capitalismo es el sistema ideal? Por supuesto que no.

El fracaso del comunismo en la otrora Unión Soviética (abanderado oficial del comunismo en el mundo) se debió ante todo a dos cosas: la corrupción imperante en su camarilla de gobernantes, así como el error garrafal de seguirle el juego a los Estados Unidos en la así llamada "Guerra Fría", cuando su pueblo tenía otras necesidades importantes a ser atendidas. Grave error.

Y en cuanto al capitalismo se refiere, el capitalismo globalizante que vivimos actualmente, a ese me refiero, pues ciertamente lo único que ha hecho es cambiar un mal por otro, un amo por otro peor, pero que, bajita la mano, aparenta ser más "light".

"La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones, las viejas contradicciones de opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas..."

Empero, los siervos medievales tenían por lo menos su "parcelita"; el proletario (incluyéndonos) no tiene más que ¡su fuerza de trabajo! En las citas que siguen, Marx y Engels nos hablan de la "libertad" de que se goza en el capitalismo:

"Por libertad, en las condiciones actuales de la producción burguesa, se entiende la libertad de 
comercio, la libertad de comprar y vender."

Dicho en otras palabras: "si tienes plata, no hay bronca... Sí Y SÓLO SÍ la tienes."

En cuanto a los conceptos de familia (que la comunidad LGBT ha sabido desvirtuar perfectamente), Marx y Engels mencionan:

"¿En qué bases descansa la familia actual, la familia burguesa? En el capital, en el lucro privado. La familia, plenamente desarrollada, no existe más que para la burguesía, pero encuentra su complemento en la supresión forzosa de toda familia para le proletariado y en la prostitución pública..."

Pa' que no nos escandalicemos después, con la llamada "tolerancia" moderna. En otras palabras, el control de los mismos medios por parte de la burguesía moderna...

"La burguesía ha desgarrado el velo de emocionante sentimentalismo que encubría las relaciones familiares, y las ha reducido a simples relaciones de dinero..."

¿Ah, verdad?

Por último, Marx y Engels, sin necesidad de ser psíquicos, pudieron vislumbrar el mundo que iba a transformarse a futuro mediante la manipulación burguesa del capital. En otras palabras, su visión sociológica de la dinámica humana les permitió (si bien el término no existía en aquel entonces) anticiparse a la creación de la globalización:

"...la burguesía recorre el mundo entero. Necesita anidar en todas partes, establecerse en todas partes, crear vínculos en todas partes...arrastra a la corriente de la civilización a todas las naciones, hasta a las más bárbaras. Los bajos precios de sus mercancías constituyen la artillería pesada que derrumba todas las murallas de China y hace capitular a los bárbaros más fanáticamente hostiles a los extranjeros. Obliga a todas las naciones, si no quieren sucumbir, a adoptar el modo burgués de producción, los constriñe a introducir la llamada civilización, es decir, a hacerse burgueses. En una palabra: se forja un mundo a su imagen y semejanza."

¿Qué mejor prueba de las tesis de Marx y Engels que la puesta en marcha de la enorme, avasalladora, devoradora y enajenante maquinaria burguesa-capitalista que mata y desaparece todo sentido de pertenencia, individualidad y nacionalidad que con nuestros buenos vecinitos, allende el Río Bravo? Marx tendría una o dos (¡más!) cosas que decirle a Mr. Donald Trump... En fin...

Cierro mi muy personal y particular reseña de este fabuloso análisis socio-histórico con la frase clásica por excelencia, citando al camarada Marx:

Proletarios de todos los países, ¡uníos!

Tonatiuh






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