Pozos de tiro largo

Hola, hermanas y hermanos de Aztlán.

Recientemente tuve la oportunidad de visitar un rincón muy especial de nuestro país, el próximo Pueblo Mágico de Mineral de Pozos, en el estado de Guanajuato. Nos dirigimos a las minas ya abandonadas de Santa Brígida, en donde un amable anciano de nombre Raymundo nos contó la historia de la mina, a la que dedicó varios años de su vida, desde muy joven.

Y al decir sólo "dedicó" años de su vida me quedo corto, pues en realidad dejó parte de su vida al trabajar en un ambiente tan agreste y tan poco seguro, al extraer afanosamente de la tierra cobre, plomo, plata y mercurio. Parte de ese precio que tuvo que pagar (no voluntariamente, desde luego) fue el perder su dentadura superior, debido a la inhalación de los gases emanados en el proceso de extracción del mercurio. Desafortunadamente hace más de 50 años, no existía el equipo de protección con que contamos ahora. Hay quienes incluso tuvieron que pagar con su vista dicho riesgo.

La mina hasta la fecha, sigue cobrando vidas, aunque ya no las de afanosos mineros, que extraen para los más pudientes las riquezas de nuestra tierra. Ahora las vidas que la mina ha cobrado han sido las de quienes sin saberlo, se han aventurado sin cautela a este lugar, con pozos de hasta 120 metros de profundidad.

Mucha de la riqueza que se le arrancó a Santa Brígida permitió cierta prosperidad al pueblo de Mineral de Pozos (de ahí su nombre), pero al agotarse dichos dones de esta tierra, la región se convirtió en pueblo fantasma durante muchos años.

Recientemente Mineral de Pozos ha experimentado un renacimiento, aunado a las pretensiones de nuestro Ex-Presidente Vicente Fox, quien ha manifestado interés (por algo será) por la mina. ¿Será acaso que aún hay tesoros escondidos en esta tierra de misterioso encanto?

De ser así, la realidad es que dicha riqueza será, como entonces, mal distribuída entre quienes detentan el poder ora sea económico o político, rasgo común desafortunadamente en la mayoría de nuestros dirigentes.

Ojalá que este renacer de Mineral le ubique no sólo en la mente de artistas extranjeros o empresarios que pretenden hacer su hogar de este rincón de nuestro México, sino también le ubique dentro de nuestro corazón, para que no vivamos en un país olvidado, un país fantasma.